Por cuestiones de la vida vivo en Francia, donde el concepto de moda infantil es muy diferente al concepto español.
Aquí os contaré mis aventuras y desventuras para poder vestir a mi bebé de forma clásica.

lunes, 1 de octubre de 2012

El "megatrapito" de una mujer

El 13 de septiembre fue mi aniversario de boda. ¡¡Unos días menos y aparecemos en la canción de Mecano!!. Son cuatro añitos ya, llenos de amor y felicidad, y con una familia preciosa en aumento. Pero bueno, no me quiero poner sentimental, que no es la linea de mi blog.

En mi blog se habla de niños y de "trapitos" y como procede el día de la boda de una, me gustaría hablaros del "megatrapito" que es el vestido de novia.

No es porque sea yo, que me vi estupendísima ese día, si no porque, parece ser, según los inputs que he ido recibibiendo año tras año sigo encabezando el Top Ten de las novias mas guapas. ¡¡¡Y no tiene abuela, señoras!!!

Pues sí, me case en Madrid porque vivíamos todos allí y trabajabamos allí. Pero, como he crecido y me he criado en el sur, quería llevar algo que emulara la esencia andaluza que tanto me gusta.

Asi que el mejor representante de mis intereses era Victorio & Lucchino. Y allí que me planté en su tienda (que por cierto ya no existe, menudo disgustazo me llevé) en la calle Lagasca

El primer vestido que me probé es el que me quedé, era justo lo que buscaba, pero lo tunee para darle un poco de color.
Sabéis que los trajes de estos diseñadores tienen una carateristica esencial que son sus "caracolas", no confundir con los volantes, que se parecen pero no es lo mismo. Son los únicos que saben hacerlo de esta forma, y se nota en el movimiento que tienen. Para darle consistencia a las caracolas, estas llevan debajo un tul blanco. Y yo pensé:
"¿Y si cambio el tul y utilizo algún color? Sólo se verán al andar conforme se vayan levantando".
Y así lo hice.

Mi idea era un color coral, pero de todas las muestras que había, el coral que más me gustó tiraba a un tono rosa. ¡¡¡Perfecto!!! Mi color preferido. ¿Qué más se puede pedir el día de tu boda?

Así que compré los zapatos en el mismo color, encargué los abanicos en el mismo tono, y las cintas de los misales también.

Y después de dejaros pensando ¿como será?, ¿como será?, ¿que habrá inventado esta loca para llegar hasta el altar? os pongo con las fotos:





A la llegada con mi padre. ¡¡Que nervios!!

Me hice un recogido con ondas al agua,


A la salida con Mon mari

 
El despendole, sin velo y con las caracolas recogidas
Más de lo mismo, a vivir que son dos días.
Bueno chicas, ¿que os parece? ¿me arriesgué mucho con el vestido?

Me daba vergüenza poner las fotos del día de mi boda, pero digo, que leches, con lo bien que me vi yo ese día, lo que disfruté y ese vestido tan precioso que se va a quedar cogiendo polvo ( sobre todo porque ya no me entra aunque me quede sin comer un mes), ¡¡¡pues a lucirlo con todas vosotras!!!

Á bientôt

martes, 25 de septiembre de 2012

Comprar o no comprar... esa es la cuestión

Ainsssss. He de confesaros que en este tiempo he sufrido una gran transformación. Y es que la compradora compulsiva que vivía en mí, que todas las mañanas lo primero que hacia era ver los blogs de moda infantil, que sudaba cuando veía un nuevo pelele en la pantalla, que ante una nueva oferta se veía en la necesidad imperiosa de ayudar a esa pobre dueña del negocio que necesitaba vaciar sus perchas de esas tallas sueltas que ¡oh!, casualidades de la vida, era la talla que me venía a mí bien para Guillermo.

Sí, no sé que ha pasado, si ha sido la edad, la sensatez, el sentido común o alguna aparición divina la que ha hecho desaparecer (bueno, realmente creo que está en estado de letargo) a la loca de las compras de ropa de bebé.

De repente, he pasado de ver el armario de mi hijo medio vacío, a ver como rebosa y tengo que utilizar mi armario para poner parte de su ropa. Sí..., ¡¡¡me han quitado la venda de los ojos!!!
 
Haciendo repaso de los antecedentes, os expongo los motivos que creo que han provocado este cambio:

- Negaré siempre lo aquí dicho, y diré que lo escribí bajo presión y coacción, pero he de dar la razón a mi madre: Guillermo tiene mucha ropa, pero mucha, mucha ropa.

- De todo lo que mi cabeza inmadura ha comprado para este verano, hay modelos que creo que sólo se los he puesto una o dos veces, no he tenido ocasión de repetir.

- Muchos de los peleles en dos días se le han quedado pequeños y casi no los ha podido lucir.

- Me he gastado un pastizal en modelitos que me enamoraron online y luego, en persona, no eran tan maravillosos como pensé.

- Viene otro nuevo miembro a la familia y tengo que empezar a surtir a mi nueva criatura de un copioso armario, porque claro, no puede ser menos que su hermano, que de mayor todo se sabe y me lo echará en cara.

- Que en julio de 2013 tengo que volver a España y que, aunque aquí en Francia no tenemos problemas estando la situación como está, no sé lo que me voy a encontrar a la vuelta.

- Que la edad que tiene ahora Guillermo no me gusta en lo que a moda infantil se refiere, porque yo quiero seguir viéndoles las cachas y no me hacen modelitos que le permitan lucir pernil y lo poco que he encontrado, no me ha entusiasmado.

Así que a mi vena ahorrativa se le ha unido el desencanto de las nuevas colecciones para bebés de 18 meses. Para más edad, sí veo cosas interesantes que me gustan y que ya os enseñaré.
 
Todo esto no quiere decir que me haya retirado del mercado, solo significa que "intentaré" no ser tan compulsiva, y meditar un poco más antes de sacar la tarjeta de crédito.

En esta línea de hormiguita me encontraba yo cuando, un día cualquiera, en los típicos almacenes "nisu" de toda la vida del Señor en los que te venden un variadito surtido de "tó", a los que voy para hacerme acopio de bodys Babidú a muy buen precio, me topé así sin quererlo con un conjunto de punto, pantalón, camisa y chaqueta... ¡¡¡a un precio regalado!!! Le cogí la talla 12 meses, que le queda justita, y sé que no llegará a Navidad, pero no podía dejarlo en las estanterías cogiendo polvo.
 
Os dejo documento gráfico.

Si antes era dificil hacerle fotos, desde que anda mucho más.


¡¡¡Es que me como esa cara!!!

Me encanta este corte para las chaquetas de niños.


A pesar de no lucir cacha, me encanta cómo le queda.
 

 
Me parece que está para comérselo. Me recuerda a un niño antiguo, de esos que llevan el aro y el sombrerito de marinero. ¿No os parece?
 
 
 
 
Á bientôt.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Home, sweet home

¡¡¡Hola chicas!!!

¡¡¡Ya estoy de vuelta!!! Pensaréis que después de tanto  tiempo sin saber de mí, me había metido a monja de clausura, en los Hare Krishna (y me habia ido de tourné dedicada a la vida comtemplativa) o me había enrolado en algún nuevo proyecto espacial de la NASA y me habia ido a la luna...

Pues no, queridas, he vuelto a Francia, por fin, después de dos meses de ruta turístico-familiar por España: Madrid, Denia en Alicante, Valle del Ambroz en Cáceres y Badajoz... En resumen, un periplo por lo largo y ancho de nuestro pais, con niño a la chepa, maleta para arriba, maleta para abajo, que si bañador para la playa, que ahora pantalón largo para la montaña... Conclusión, que despues de dos meses, estaba deseando volver a mi casa. Contaba los días para volver a Estrasburgo y, aunque me he vuelto con mucha pena por todo lo que dejo alli, seamos  realistas, ¡¡¡como en casa en ningún sitio!!! Me bajé del avión besando el suelo.

Y aunque llegué aquí el dia uno de septiembre, me traje a mi madre, a mi hermano pequeño, y se nos unió después una amiga de mi madre, y todos en casa. ¿Os podéis imaginar? Turisteo todo el día, intento de volver a la realidad, guardería, médicos, vuelta a las clases... A estas alturas me tienen que recoger con cucharilla de lo agotada que estoy, me duermo por las esquinas.

Tengo muchísimas cosas que contaros, pero necesito empezar a reordenar mi vida poco a a poco, ahora que parece que todo vuelve a la normalidad.

Pero..., hay una noticia que no puedo pasar por alto y aguantar por más tiempo y es... tachán, tachán... redoble de tambores... ¡¡¡ESTOY EMBARAZADA!!!

Ainsssss, eso ha sido otra locura, porque me ha cogido fuera de casa, con los médicos de vacaciones y un poco inesperado, pero estamos muy contentos y yo estoy estupenda. He de decir que soy muy afortunada porque no me entero e los embarazos, ni nauseas, ni mareos, ni mal cuerpo... como nueva.

Ya hemos superado las 12 semanas y todo va estupendo. Ya os iré informando de la evolución y de mi nueva búsqueda para la canastilla de la "sistel" o del "bródel", como, por ahora, cariñosamente, le llamamos.

Bueno, os dejo por hoy, os iré poniendo al día poco a poco.

Os dejo unas fotos del peque con uno de los nuevos modelos otoño-invierno. ¡¡¡Lo veo tan cambiado y tan mayor!!! No tengo fotos mas recientes y que se vean mejor, pero a partir de ahora retomaré el trabajo de fotógrafa.







Por cierto, me ha hecho mucha ilusión recibir mensajitos vuestros para que vuelva a la blogosfera!!!


À bientôt.

jueves, 26 de julio de 2012

Lo que hay que aguantar

Hola chicas.

Hago las entradas con cuentagotas y es que, entre bodas varias, cumpleaños del niño, visitas familiares, quedadas con amigos, el tiempo no me da para mucho más.

Parece que, por ahora, todo se ha relajado un poco, las cosas vuelven a la normalidad y tengo más tiempo libre para mi. ¿Y a que no sabéis a que he dedicado ese tiempo libre? Pues a visitar las tiendas de niños en persona. Qué pena de mí, con que poco me conformo. Pero, chicas, tenia unas ganas locas de ver las colecciones en persona, face à face, después de todo un invierno viéndolas sólo a través de la pantalla. ¿Seré una persona normal?

Así que me he ido de tour, a ver si encontraba ya algo de nueva temporada o una ganga en las rebajas para el verano que viene. Me fui por el barrio "superpiji" de Madrid y entré en una tienda que ya conocía, que siempre tiene cosas preciosas, las mejores firmas del mercado. Me emocioné al ver en directo a Sapytos, Larrana, Hilda Sordo, B&B (que los adoro y este año he visto pocas cosas de ellos)... Ainsss, se me aceleraban las pulsaciones, me producía ansiedad tenerlos a todos delante de una sola vez. Me daban ganas de cogerlos, abrazarlos, restregarme por la cara los tejidos... Una cosa de lo más normal. Por esta razón casi ninguna de mis amigas conoce la existencia del blog, porque pensarían que me he vuelto loca del todo. ¡¡¡Qué vergüenza!!!

Y es que cómo cambian las cosas al verlas y tocarlas, sobre todo los tejidos. Las cámaras no aprecian bien las texturas, y no resaltan toda la intensidad de los colores.

Pues yo estaba tan emocionada inmersa en esta sensación surrealista, cuando empiezo a bajar al mundo real (no sólo por los precios, que son de infarto) si no porque que me doy cuenta que al entrar y decir "buenos días", la dependienta, quiero decir, DUEÑA de la tienda, no me ha contestado. Que después de un rato me ha mirado y me ha dicho de forma muy desagradable "¿quieres algo?" en vez de un "¿puedo ayudarte, cielo?" o "si necesitas algo, me dices, ¿vale reina?". No sé, algo con un poco más de amabilidad. Que además mira con mala cara a Guillermo cuando pega algún gritito, y que cuando le pregunto por los descuentos que tiene, sin esbozar ni una sonrisa, me dice que tiene que estar marcado en la etiqueta. Pero en la etiqueta, por mucho que ella se empeñe, no está. Y luego por teléfono hablaba de lo profesional que es y la de años que lleva en la profesión. Pues chica, dejas mucho que desear.

Así que me fui indignada y cabreada, sin recibir un "adiós, buenos días" cuando me fui.

A Dios pongo por testigo que, aunque sea la ultima tienda en la tierra que tenga el pelele que quiero en la talla que quiero y al mejor precio del mundo, no se lo pienso comprar. ¡¡¡Faltaria más!!!

Porque, chicas, en un trabajo de cara al público, lo que más se agradece es una sonrisa, una palabra agradable, y si tiene un mal días pues "desolé de la muerte", haber elegido otro trabajo. Hay veces que por el buen trato, por un detalle absurdo de la tienda, pero que a tí te ha hecho una ilusión que te mueres, me ganan para siempre, me hago fan incondicional, y le compro todo a ella aunque tenga que pagar más. Es lo que marca la diferencia.

En fin, os dejo con algunas fotos de Guillermo de este verano con unos peleles nuevos que le he comprado y que, para mi desgracia, le van justos, justos.


Pelele Yoedu. ¡Me costó 15 euros con gastos de envío incluido!
Le sienta de vicio el turquesa.
Cualquier día se le salen los ojos de tanto abrirlos.

Un santo cuando duerme.



Pelele de Todo en Piqué. Estrenó el día de su cumple.
Parece más bebe, me encanta.



Á bientôt.

miércoles, 18 de julio de 2012

Tu primer cumpleaños

Hola, mi amor.

Hoy cumples tu primer añito de vida. Madre mía, lo que te costó salir. 42 semanas exactas y tú decías que el que quisiera verte, que pasara para dentro, que tú en la barriga de mama estabas de vicio.

Así que, por muy arrugadito que estabas ahí dentro, no quisiste salir por tus propios medios y tuvieron que provocarme el parto.

Yo sólo pensaba que, a esas alturas del embarazo, iba a parir un niño de más de 4 kilos, con un melenón que ni Toro Sentado, y las uñas más largas que Paco de Lucía para tocar la guitarra.

Nos levantamos temprano el día del ultimatum y, con pie vendado, muletas y barriga para tres embarazos, nos fuimos al hospital. Allí pasamos una mañana estupenda con el primer chute de oxitocina, entre ji jis, ja jas, foto viene, foto va, pendiente en las pantallas de todas las contracciones de todas las parturientas, haciendo apuestas a ver a quién era la primera que se iba al paritorio.

Y otra cosa no, pero en el hospital estábamos más a gusto que un arbusto. ¡¡¡Hotel de 5 estrellas!!! Sala de dilatación para papá y mamá solitos, todo nuevo, con nuestro aire acondicionado, bañera, pelotas de pilates, nuestro periódico... Vamos, todo un lujo.

Nadie nos hacia presagiar la guerra que ibas a dar luego para venir al mundo.

A eso de las cuatro de la tarde, el dolor de las contracciones se intensificó y yo, muy felizmente, llamé a la anestesista para que me pusiera la epidural. Ingenua de mí le dije a papá que después de aquello, y una vez apaciguado el dolor, me iba a echar una siesta.

¡¡¡Ilusa!!! Aquella epidural se la debieron de pinchar a la de la sala de al lado, porque a mi, rien de rien, seguía sintiendo todo el dolor y cada vez más fuerte y más seguido. Unido todo esto a líquido amniótico en la bolsa, con lo cual, ¡¡¡doble chute de oxitocina para que salieras un poquito antes!!!

Mon Dieu, gritaba yo en francés, en español, en arameo, hasta en suahili. Que por la gloria de la madre de todo el mundo me pincharan más drogas. Así que vino mi "amiga" la anestesista... otra vez, y... otra vez, debió pinchar a otra parturienta, porque yo seguía tal cual, podría haberme levantado de la cama por mis propios medios y salir de paseo con mis dos patitas.

Conclusión: parto natural con dolor. Que sí, que como decía mi madre antes venían todos así, y me parece muy bien. Pobres mías, lo que han sufrido, ¡¡¡pero yo no estaba preparada ni concienciada!!! Y, encima, cuando ya asomabas al mundo, te encajas con el cordón umbilical por delante de la cara, con lo cual, el médico te tuvo que sacar con chupona. El kit completo de partos me tocó a mí.

Una odisea, después de doce horas desde la llegada al hospital, a las 20:30, te dignaste a a salir, pero mamá estaba tan cansada y dolorida que te miro de reojillo y no tenía fuerzas ni para cogerte. Yo sólo me acordaba de la matrona que en los cursos de preparación al parto me decía (medio en francés, medio en español)

- Cuando nace bebé, ponen en pecho y caen lagrimitas de la mamá.

A mí lo que me caían eran goterones. No podía ni emocionarme al verte, sólo estaba pendiente de que el médico no me cosiera sin anestesia local ¡¡¡Ya lo que faltaba!!!

Desgraciadamente en contra de lo que cuentan todas las mamás, no fue uno de los días más felices de mi vida y, los días que vinieron después, tampoco. El instinto maternal no subía y las hormonas me declararon la guerra. He superado el sentimiento de culpabilidad que me producía este sentimiento y hoy, gracias a Dios, puedo gritar a los cuatro vientos que eres lo mejor que nos ha pasado nunca, que te queremos con locura y que eres la alegría de la casa.

Gracias mi amor por tu eterna sonrisa.





PD: He de decir que pesó 3,300 kg. (gracias a Dios), que tuvo muy poquito pelo, y las uñas cortitas.. Eso sí, muy larguirucho. Como decía su padre, parecía un watusi.

Á bientôt.

jueves, 12 de julio de 2012

¡¡¡No soporto hacerlo y no sé por qué!!!!

¿No os pasa que hay cosas de la vida cotidiana que se repiten constantemente a lo largo del día, que por necesidad hay que hacer, pero no sabéis por qué razón no soportáis hacer?

Se acerca el momento de hacerlo y, sin darte cuenta, se te empieza a hinchar la vena del cuello, te empieza a salir urticaria y empiezas a bramar en arameo, todo esto acompañado de pequeños gruñidos de los que eres completamente inconsciente.

A mí me pasa, por ejemplo, con recoger el lavavajillas. No sé por qué razón, pero eso de agacharme a coger platos, con el dolor de espalda de todo el día, o el momento de coger la cestita para poner los cubiertos en su sitio... ¡¡¡me descompone el cuerpo!!!

Yo, al principio, me hacía la longuis y si yo llegaba a casa antes que mi marido, cuando él entraba por la puerta, le decía:

- Hola, cielo. ¡¡Huy, qué casualidad!! El lavavajillas acaba de terminar. Anda, ¿por qué no lo recoges tú?

O qué me decís del momento de bajar la basura, cuando tú ya te has puesto las zapatillas y te has quitado el tacón (que conste que sólo me pongo las zapatillas, nunca jamás me cambio de ropa, ni me pongo "cómoda". Eso lo hago cuando me voy a meter en la cama. Una nunca sabe lo que puede pasar...). Y encima hacer el nudito de la bolsa, que cada una es de su padre y de su madre y se cierra de forma diferente. ¡¡¡No puedo, no puedo!!!

¿Y doblar las sábanas de la cama de matrimonio que siempre te pierdes en el interior y no te llegan los brazos?

Una amiga me dió la solución. La mejor forma para no hacer algo que no te gusta es nombrar a la otra persona "responsable oficial". Como es oficial tendrá que desempeñar esa función todos los días, sin protestar. A base de repetirlo se vuelve cotidiano y ya le sale de forma innata como cuando te lavas los dientes, o te pones el pijama.

Mi marido es por tanto el "recogedor oficial del lavavajillas" y el "bajador oficial de la basura", entre otras muchas cosas.

Estos días que estoy en España, en casa de mi madre, sin mi queridín, hay otras funciones relacionadas con el niño que siempre hace él por ser el "responsable oficial". Cosas  que a mí me ponen enferma y que ahora no me queda más remedio que hacer.

¡¡¡Cómo echo de menos a mi marido en esos momentos!!! Bueno, cielo, siempre te echo de menos, y el niño también se acuerda mucho de tí  (que sepáis que mi marido me lee, es más, me corrige los signos de puntuación porque dice que no soporta que ponga exclamaciones sólo al final de la frase o que no ponga comas en las frases subordinadas).

Pues estas funciones son, por ejemplo:

- Fregar los biberones. No soporto hacerlo y, además, todos los días se me olvida por falta de costumbre.

- Preparar los dosetes de la leche en polvo. Puf, puf, puf, contar cucharitas me pone nerviosa. Ahora cuando voy a echar mano, ¡¡¡siempre los tengo vacíos!!!

- Recoger el baño después del bañito del peque. Quitar el  tapón, enjuagar bañera, recoger juguetes, patos, ranas, cangrejos...

Bueno, menos mal que mañana aterriza ya en suelo patrio y puede retomar sus funciones.

¡¡¡Cielo, te esperamos con los brazos abiertos!!!

Y que conste que yo también soy "responsable oficial" de algunas cosas.

Á bientôt.

lunes, 9 de julio de 2012

Bataneros

¡¡¡Hola chicas!!! De vuelta por España, ¡¡¡qué alegría!!! La familia, la luz, el color, las tapas, las cañas (gran invento español para que la cerveza esté siempre fría y no como los alemanes y alsacianos que te dan medio litro de una sentada y al final te tomas la cerveza calentorra, calentorra), la gente por la calle a las 10 de la noche, las tiendas abiertas hasta tarde, gente hablando en español... y calor, mucho calor. ¡¡¡Es el peaje que hay que pagar!!!

Pues aún estoy empezando a disfrutar del verano y ya estoy pensando en el invierno. ¿Lo nuestro será enfermizo? ¿Tendrá cura? Y es que, chicas, yo con el tema ropa lo tengo muy difícil. A finales de agosto vuelvo a Estrasburgo y en principio hasta Navidades no vendría a España. Lo que significa que tengo que hacerme con el nuevo armario del peque ya, ya. ¡¡¡Qué estrés!!! Claro, el año pasado por esas épocas era un bebe de faldón y ahora es todo un hombrecito por lo que no puedo aprovechar nada de la temporada pasada.

Quiero seguir con el pelele al menos hasta los 18 meses, pero es un poco complicado porque la mayoría de las firmas sólo los hacen hasta los 12 meses.

Pero como hablamos el otro día, los bataneros podrían ser una solución a ese dilema, ya que son una cosa intermedia. Y mirad lo que he encontrado en Nicoleta a muy buen precio. Decidme, por favor, de cada pareja, cuál os gusta más:









Los cuadritos me encantan para el invierno y los escoceses ni os cuento. Mirad que más cositas he visto:


Eva Catro Baby.
Me encantaría que sacara una ranita en H como el vestido de la niña.

Marita Rial en De Pe a Pa.


La Martinica en Caprichos de Mama.


À bientôt.